comentario – En el Salmo 43, el protagonista es un hombre acusado por personas sin escrúpulos, que le pide justicia a Dios y que lo defiendan de la calumnia. A pesar de esto, las cosas parecen empeorar hasta el punto de que él comienza a pensar que Dios lo ha rechazado. Por esta razón, le pide a Dios que lo examine en profundidad, invocando la luz y la verdad, para que sea guiado en la peregrinación a la montaña sagrada y a los santuarios de todo el país donde se celebra la Eucaristía. Él cree firmemente que tan pronto como llegue al altar de Dios, tendrá su corazón renovado y rebosante de alegría, hasta el punto de cantarle alabanzas a Dios con la lira y esto le dará una gran fuerza para no ser tentado por el desánimo siempre. acechando
Salmo 43 completo
[1] Hazme justicia, oh Dios, defiende mi causa contra las personas despiadadas; libérame del hombre injusto y falaz.
[2] Eres el Dios de mi defensa; ¿Por qué me rechazas, por qué me pongo triste, oprimido por el enemigo?
[3] Envía tu verdad y tu luz; que me guíen, me lleven a tu montaña sagrada y a tus moradas.
[4] Iré al altar de Dios, al Dios de mi alegría, de mi júbilo. A ti te cantaré con el arpa, Dios, Dios mío.
[5] ¿Por qué estás triste, alma mía, por qué te quejas de mí? Esperanza en Dios: todavía podré alabarlo, la salvación de mi rostro y de mi Dios.